Hacer las cosas de otro modo

Hacer las cosas de otro modo

Hacer las cosas de otro modo

Más allá que nos venden que vivimos en la era de la cooperación y la tolerancia, la verdad es que seguimos siendo tan egoístas como siempre.

Ahora bien, el hecho de que el mundo empresarial esté poblado de gente miserable, no significa que debemos actuar como ellos. Por el contrario será mucho más eficiente convertirse en un modelo a seguir.

La premisa es muy sencilla: si todos hacen lo mismo haz algo distintos.

Este consejo es bien simple e idiota y sin embargo nadie lo sigue ¿Porque? Por el simple hecho de que disfrutamos ser simples ovejitas que caminan al compás del pastor.

Y tiene sentido, seguir una orden de alguien o una norma social es mucho más sencillo que tomar una decisión por uno mismo.

En el momento en el que decidimos actuar fuera de la norma nos cae el peso de la responsabilidad y el miedo a los desconocido.

La verdad que en la vida a veces hacemos cosas por dos motivos: o porque otros lo hacen o porque siempre se ha hecho así. No se cuestiona nada.

Tal vez las cosas se están haciendo mal pero eso no importa: si siempre se hizo así debe estar bien. Esa es la fuerza de la tradición. Nuestra naturaleza como seres esclavos de los hábitos nos traiciona.

Saliéndose de la norma: haz algo distinto

Por definición hacer algo distinto nos vuelve alguien novedoso, alguien original. Y eso ya nos hace destacar. Incluso nos hace atractivos.

Lo primero que hay que hacer es detectar los patrones sociales y preguntarse ¿Que está haciendo todo el mundo? Y luego pensar ¿Qué pasa si hago algo distinto?

Realmente ¿Qué es lo peor que podría pasar? En la mayoría de los casos la respuesta es: absolutamente nada.

Como dice el refrán: “la definición de locura es hacer siempre lo mismo y esperar resultados distintos”. Bueno hagamos algo distinto y las posibilidades serán infinitas.

De pequeño siempre me llamó la atención como lo hombres llamaban la atención de las mujeres de las formas más absurdas: desde gritarles improperios por la calle, hasta acercarse con chocolates y flores pretendiendo algún resultado robusto.

Por supuesto uno imita lo que hace la mayoría y el final es desastroso. O bien terminas en zona de amigos o bien en el pabellón de una cárcel común siendo ultrajado los 365 días del año (salvo bisiestos).

Con simplemente acercarse a una hermosa damisela en la calle y decirle: “Esto te puede parece ser muy raro pero la verdad que te vi y me pareciste increíblemente hermosa” ya te diferenciará del resto.

Por supuesto, tampoco esperes resultados inmediatos pero será una cuestión de ir probando hasta que lo hagas de la forma adecuada.

Y este es solo un ejemplo, hay millones de idioteces que hacen los hombres una y otra vez sin ningún resultado efectivo a excepción del onanismo diario.

Empieza a observar los patrones sociales y empieza a utilizarlo a tu favor. Empieza a ver la matrix, la mayor parte del tiempo los seres humanos repiten los mismo patrones una y otra vez ¿Patético? Si ¿Y entonces porque no aprovecharse de ello?

Andy

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